jueves, 22 de marzo de 2007

Transantiago 2.0 versión beta (por eso es tan como las weas) [EDITADO]

Hola nuevamente, espero que estén muy bien. Estos días han sido realmente un agrado, ya que han pasado un montón de cosas, entre ellas, el hecho de estar a gusto con mi horario nuevo, el de ver a mis amigos, a quienes echaba de menos, así como también hablar con más gente (contados con los dedos de una mano), conocer a nuevos profesores (slurp). También se me ha presentado la linda oportunidad de concursar para ser ayudante en un ramo de bachillerato, que ojalá resulte. Esto podría añadirse (espero) a mi membresía ya oficial al observatorio electoral de la universidad. Como pueden ver, la vida anda wena onda conmigo, o bien, como le estaba agarrando el trasero hace rato, se dio vuelta para pegarme una bofetada. Quién sabe.
Pero lo más importante, lo pivotal aquí, es el hecho de verme libre de un gran peso, que era el del examen. Por eso antes de comenzar con el tema de hoy, quisiera hablar del examen, para darle un cierre tanto en mi vida como en en lo que cuento de ella, de una buena vez.
Lo primero que diré es que pasé el ramo, así que ahora me puedo graduar de bachiller en el tiempo mínimo (¡en julio estaríamos listos!), puedo seguir adelante con la malla y bueno, quizás no menos importante, gané una batalla personal con el profesor. Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Si lo vemos desde el punto de vista micro no fue tan bueno, ya que mi nota final en el examen fue un 3,7; lo que me arrojó un promedio final en el ramo de 4,1.
Yo podría elaborar muchas teorías de la conspiración en mi contra, lo que prolongaría esto de manera innecesaria, pero en realidad tampoco sacaría mucho. Además, para qué estamos con cosas, tampoco quiero descalificar a nadie. No es la idea: en una pelea tan bien librada, quien se desvía hacia la descalificación fácil o hacia los sentimentalismos es quien demuestra no saber pelear. Por esto, lo poco que diré se resume en dos puntos:

a) el profesor exigió mucho más que en el examen inicial, e hiló demasiado fino, fijándose en y explotando a la vez, mis fallas, en vez de recibir mis aciertos, que fueron, si pudiéramos ponerlos en porcentaje, de un 80%. Su afán estaba centrado en buscarle la quinta pata al gato, cosa que logró con todo éxito. Ahora, si hacemos un pequeño ejercicio que sigue la lógica del porcentaje de aciertos, un ochenta por ciento de la nota 7,0 (sin contar el punto base, ya que sería imposible (dejémoslo en poco probable) que me pusiera nota 0,0 (cero punto cero)), arroja un nada despreciable 5,6...
b) el 3,7 es una décima menos que la nota más baja del rango que me dio el día del examen oficial (en el caso que lo hubiese respetado (aunque si hubiese pasado eso no estaría contando esto, pero es un supuesto que requiero para el punto)). Considerando que estudié todo el programa durante las vacaciones y me descresté para lograrlo de manera que todo me quedara bastante claro, (lo que no quita que esté ciertamente agradecido por saber ahora todo esto, no quiero pecar de mal agradecido, pero tampoco de poco objetivo), es IMPOSIBLE (ahora sí, con todas sus letras) que me haya ido peor que el examen inicial, lo que me hace pensar que un 3,7 denota que la actitud del profesor fue, por lo bajo, antojadiza...

Pero, volviendo al nivel micro, el cual boté inmediatamente, sí es un logro, y tremendo, ya que puedo seguir adelante con mi carrera, y siendo un poco soberbio, todavía no llega el ramo que me la gane. Sí han habido tres casos donde he estado a punto (4,0 - 4,1 - 4,2), pero todavía no pasa... ahora (como siempre) me corresponde a mí que esto siga así.

Felicitaciones para mí.

Bueno, después de ese teloneo, vamos con el tema de hoy: Transantiago 2.0!!

Qué podría decir de Transantiago que ya no se haya dicho, hay gente que lo defiende y gente que lo hace picadillo. Gente que toma sus micros en silencio y gente que sale a manifestarse a las calles. Yo soy uno de los primeros: en realidad no he tenido mayores problemas (más que dejar pasar un par de metros una mañana, y esperar una hora y algo en Tobalaba otro día por la tarde), pero me imagino lo que debe estar pasando cierta cantidad de personas, por esto no puedo hacerme el leso ante lo que pasa.
Volviendo a establecer mi pensamiento: sigo pensando que el plan es la solución al problema de las micros. PERO, y como dije en una oportunidad, en una conversación de MSN: "el plan es maestro, pero está hecho por chilenos." En eso me baso para comenzar a describir algunas de las cosas que se han hecho muy mal en este plan.

Primero que todo, está el asunto de lanzar el plan en Octubre de 2005, casualmente un par de meses antes de la elección presidencial. El plan debía ser la estrella de la continuidad de la Concertación en el poder, y también la carta bajo la manga del gobierno de Ricky Lake (aka Ricardo Lagos Escobar) para despedirlo como el presidente con mayor aprobación, si no de siempre, obviamente desde el regreso de la democracia a nuestro país. Un plan pensado desde hace tanto tiempo atrás, no debería (lamentablemente la normatividad es papel confort estos días) ser usado para intervencionismo electoral, pero recordemos una vez más que estamos en Chile, el país de la pelea chica, del ganador del momento, de los quince minutos de fama, en una palabra, del cortoplacismo. Si leemos todo lo anterior, hasta podríamos justificarlo ¿no?... NO PUES. Se puede entender, pero algo así jamás se justifica, es como si justificáramos al mut-- ciudadano que hace sus trámites a última hora, y cuando el ágil e inquisitivo periodista (a la menos una) le pregunta por qué hace eso, trata de escudarse en la estupidez más grande: "es que soy chileno po, los chilenos hacemos todo a última hora, ja ja..."
En fin, prosiguiendo... Lanzar el plan tan temprano, cambiando sólo un porcentaje menor de las máquinas establecía dos cosas: que las micros antiguas seguirían corriendo por pasajeros, circularían con las puertas abiertas y obligarían así a las micros nuevas a nivelar hacia abajo, haciéndolas correr y circular con las puertas abiertas.
La causa de esto fue claramente la presión política, para lograr el triunfo que hoy tiene a Michelle Bachelet como presidenta de Chile. Aprovecho de excusar a la presidenta, no creo que haya tenido pito que tocar cuando se llevó a cabo la decisión de lanzar el Transantiago antes de tiempo. Recordemos que estos días, la presidenta se culpa, diciendo que podría haber postergado el plan, pero no creo que haya sido así. Eso es sólo para darle un poco de poder a la señora, para demostrar que jugó al matar o morir y murió, cuando ella sólo asintió y tragó saliva todo el camino.


En segundo lugar está el asunto (el gran asunto) de la infraestructura. Es tan estúpido sacar micros y pregonar un nuevo sistema de transporte con mejorías radicales, si no están ni los paraderos listos, ni los terminales siquiera empezados, y se compraron muchas menos micros de las que se necesitaban. Es tan estúpido como si mandaras a un grupo de niños a practicar basketball a una cancha de tierra sin aros, prometiéndoles la construcción de una cancha de parquet en un par de años. Probablemente se pongan a jugar a la pelota, con sus mochilas hagan un par de arcos (ya que es un poco más fácil que hacer un aro en el aire ¿no?) y jueguen ese deporte que es tan lindo, pero de acuerdo a mi humilde opinión, es claramente inferior al baloncesto (Esto da para otro tema, pero no me hagan entrar en ChileDeportes, por favor).

Tercer lugar, las licitaciones. Este es un error garrafal, el cual no abordé nunca antes, pero no pensé que pasaría lo que pasó. Después de tener años de años a gente de dudosa reputación en el negocio del transporte público, uno donde yo creo que se necesita una vocación (con todo lo debatible que tenga el término per se), ya que estás participando en el transporte, en la movilización de millones de vidas humanas, que deben llegar sanas y salvas a su destino; no puedes volver a confiar en la misma gente que se dedicó a enlodar un sistema, a correr para ganar más plata y a ser, en pocas palabras, el catalizador que activó las mentes que dijeron: "basta, necesitamos un cambio." No estoy metiendo a todos en un mismo saco, el señor Moya se ha portado bastante bien, pero el señor Manuel Navarrete (quien posee un 38% de las micros del Transantiago, debo añadir) ha sido blanco de críticas, e incluso se habla de un supuesto boicot. Ha sido tanto el incumplimiento, que el Estado está pensando en intervenir estas mismas empresas privadas... eso no se ve todos los días.

Cuarto, los contratos. Si bien este punto se relaciona a las empresas de transporte, no dejan de afectar la totalidad del sistema. Además, estos días se han destapado aun más cosas que relacionan este tema con el punto anterior. En la licitación se estableció una cantidad de dinero para cada conductor que lograra la pega, que no ha sido respetada. Entonces, si atropellamos sistemáticamente a quienes llevan a la gente, no podemos lograr trabajadores contentos, que estén dispuestos a hacer sus trabajos. Así, aparece todo el halo de incertidumbre que hace pensar en boicots y no deja a nadie tranquilo.

Quinto, la aparente mala planificación de los recorridos. No cacho mucho de esto, pero imagino que al concentrar en puntos específicos, que claramente no dieron el ancho, a la gran cantidad de gente que circula por la ciudad (como por ejemplo las estaciones Tobalaba y La Cisterna del metro, la esquina de Tobalaba con Francisco Bilbao, y muchas otras esquinas), se ha cometido otro error. Esto puede deberse a que la gente que diseñó los recorridos, muy pocas veces se han efectivamente subido a micros. Por esto hacen falta algunos recorridos, sobre todo en las partes más alejadas de la capital. Este hecho segrega (aun más) de paso a la gente humilde, haciendo que se levanten más temprano, lleguen más tarde a las pegas, les descuenten plata por dichos atrasos, y los hagan pasar muchos malos ratos.

Sexto, la pésima gestión de la presidenta los primeros días. Fue notable ver como carne de cañón al ministro Sergio Espejo y a su harem (digo, grupo de profesionales), mientras la presidenta se bronceaba en los ojitos del Caburgua. Afortunadamente volvió antes que nosotros a sus actividades, pero no ha hecho mucho hasta el momento. Tomo aquí un comentario que hizo Patricio Navia - un hombre muy capaz y que casualmente es mi profesor - al respecto. Navia establece que nuestra presidenta posee una característica que le ha funcionado muy bien hasta el momento, pero que ya es momento de cambiar. Esta característica es la de "indignarse": se indignó ante la revolución pingüina, se indigna ante la corrupción, se indigna ante el transantiago. Ya es tiempo que pare de indignarse y que empiece a hacer cosas, porque para eso fue electa.

En fin, puede que esté olvidando hartos puntos más, pero a lo que quiero llegar es que, como yo lo veo, este plan es como una casa que se construye en cinco días luego de estar aplanando el terreno y poniendo las bases como por medio año. Creo que lamentablemente hay que botar la casa - porque el flojo trabaja dos veces - y volver a empezar. Esto no significa volver a las micros amarillas, sino que los encargados del plan deben tomar las riendas del asunto, y espero ver al ministro Espejo comprometido con lograr un cambio, porque todo lo que veo hasta el momento de él, es sólo su cara dando expicaciones. Nos falta un ministro más proactivo. Con medidas de fondo, no sólo de forma (como el aumento a dos horas en vez de una y media para la tarjeta bip!), vamos a llegar al Transantiago 2.01, sin beta, que tantos riesgos nos trae. Esperemos que los paquetes sean la solución (los paquetes de medidas obvio) para los bugs que traía la versión desde un comienzo.

Antes de irme (uf), notas finales:

Una, Zamorano ya no es del pueblo. Creo que no hace mucha falta decir algo más. Podría demostrar lo que digo, para no caer en el solo juicio: ¿quién me dice de dónde viene él y dónde puso sus canchas para arrendar? Alguien podría decirme "pero cobra caro por lo mismo", entonces yo le digo: ¿por qué no coloca, con las ganancias, canchas gratuitas en el pueblo, de donde él es, y no cobra, para que niños - como él alguna vez fue - crezcan y se desarrollen como él lo hizo? Alguien me podría decir "pero él salió adelante solito no más", pues yo le digo, subiendo bastante la voz: "entonces dejemos que nadie incentive a los niños que quieren ser deportistas el día de mañana y que les cueste un millón de veces más que a un niño argentino y cinco mil millones de veces más que a un niño norteamericano. Total, deportistas no nos faltan, hay deportistas de elite de sobra..."
Alguien realmente humilde no se echa abajo de una campaña (que por lo de más, todavía está arriba bajo contrato (pobrecito, si nació para cabecear no más (y para ponerle nombres originales a sus hijos *Mía Pascale* po!))) y pone una condición tan restrictiva para devolver el dinero. Le quedó gustando la plata, señor Iván.

Otra, encuentro tan tonta la sola insinuación de vagones de metro sólo para mujeres. No es por un criterio de igualación que lo hago (no me conviene hacer eso...), pero simplemente hay que pensar lo siguiente: si voy en colegio mixto, tengo compañeras, con las que no me iré si tomo el metro, si voy en la universidad y tengo amigas lo mismo, si tengo polola, me iré sin ella en el viaje, y si estoy casado... creo que he establecido mi punto (El mejor escenario es el mío, vengo de colegio de hombres y estoy soltero, y aun así encuentro mala la idea). No espero que algún día llegue don Ricardo Lagos y me diga: "Pero con una mano en el corazón, dígame qué prefiere, ¡¿que toqueteen entera a su amiga/polola/hermana o que se vayan tranquilas y seguras en un carro?!" (en la onda de la inteligente y capciosa pregunta que tiró: Pero con una mano en el corazón, díganme qué prefieren: ¡¿el sistema antiguo o el nuevo?!) Si eso ocurre le diré que este sistema nunca establecía costos mayores a los de un pasaje, el cual yo pago todos los días. No estoy dispuesto a asumir mayores costos por un sistema mal establecido, así que váyase a la mierda señor.

Bueno, creo que eso es todo, dejo abierto el espacio para que hagan sus descargos en contra del plan, o bien, su defensa al mismo. Lo que es yo, me retiro por hoy. Espero volver pronto con un temón que he estado guardando por un tiempo, con el que capaz que me lleve varios retos. O capaz que pase piola, como siempre. Pero para eso está la tribuna, opinen no más.
Chao.

PD: El metro también tiene mucha culpa en esto. Durmiendo con el enemigo...
PD2: Servicio de inutilidad pública: si hay algún dato o alguna cosa inconexa, pido disculpas del caso, el tema lo he estado escribiendo desde el 13 o 14, llevo por lo tanto 8 ó 9 días, así que alguna que otra cosa pudo haber cambiado, sin yo haberlo notado. Gracias.

viernes, 9 de marzo de 2007

Puesta al día: 9/3

Hola a todos, estoy acá sólo para comentar un par de cosas, cumpliendo así un poco el lado de pseudo diario que tiene este espacio. Y también para cuando esté aburrido me lea y me ría de las estupideces que escribo de repente. A veces pueden subir el ánimo. Si no me creen, hagan la prueba.

- Las vacaciones estuvieron bien, fue lo necesario para relajarme y lo suficiente para no alcanzar a extrañar mi casa. Tomé más baños de sol (y de ducha (eso ya es mucho decir)) que de playa, pero me da lo mismo. Lo rico fue ver el mar y estar con la gente que quiero (y claro, dejar el computador de lado por un tiempo, que no hace nada de mal).

- El lunes tendré el famoso examen donde espero destruir a quien se me cruce (en sentido figurado, y eso se aplica a menos que se me cruce Jürgen Habermas, aunque lo veo un poquitito difícil (la Wikipedia sirve harto (aunque no para citar trabajos de allí, eso es irresponsable), para el que no cache, sea autodidacta)). Me siento confiado, he estudiado más que suficiente para pasar el ramo (sí, mucho más), y en los días que me quedan espero aumentar mi potencial para sacarme arriba de un 6. Les comunico que pueden hacer una velatón en mi nombre, y si quieren recaudar dinero, no hay problema. Mientras me lo den, todo perfecto.

- La primera semana de U ha sido un asco, (lo único bueno ha sido la ida a Bandera con dos amigas y un compañero, pero eso no se relaciona con la U, así que...) tuve clases UN SOLO DÍA de posibles cuatro. Y como van las cosas, a la semana tendría clases tres días de cinco. Si lo pienso bien no es nada de malo, pero me siento un poco flojo. Bueno, espero aprovechar el tiempo libre para ponerme al día en las series y para leer también, claro está. Hablando de lo mismo (de las series, para el que no se dio cuenta de la vuelta de tuerca), tengo muchas series botadas, sólo estoy al día en las series hot del momento (si se puede decir eso), como Heroes, Prison Break, House, The Office, Lost... creo que eso no más. Y claro, mi placer culpable (que creo que cancelaron... los primeros capítulos no me gustaron mucho, pero ahora había mejorado algo... además del hecho que ponen muy buena música... creo que no le dieron la oportunidad), The Knights Of Prosperity. [De los creadores de mi serie favorita: Ed. Por eso la veo, soy un romántico viaj-- agradecido] Y cómo olvidar esta gran serie, Los Venegas (igual de repente la veo (porque estoy almorzando), es un pequeño homenaje sobre una base gigante de mofa*).
En fin...

Ya, eso sería, no tengo mucho más que contar, cuando me vea con más tiempo para botar, espero hablar de unas cuantas cosillas que tengo en el tintero, aunque tengo que pensar muy bien cómo expresarme, porque no son temas muy "conciliadores" (no nos vamos a terminar agarrando las mechas ni nada, pero según yo dan qué pensar y claro, hay dos (o más) lados para cada uno de ellos). Bueno, en una de esas ni siquiera los escribo, así que no hay por qué preocuparse.

Que les vaya lindo, no teman escribir, nadie les comerá las manos. Cualquier cosa es agradecida, es difícil que borre un comentario, a menos que me lo pidan, o bien, que carezca completamente de sentido y además contenga referencias innecesarias a mi madre.

Chao.

PD: Creo que se viene también Transantiago: El Regreso.

*Para más sobre el tema, ver mi blog anterior.