lunes, 28 de julio de 2008

Edición Especial: Muse en Chile


Hola a todos, espero que estén muy bien. Yo estoy con un resfrío que me ha durado como 10 días, pero estoy la raja porque el 26 fui al recital de Muse en Chile. Ahora me dejo caer para comentar un poquito sobre este espectáculo, uno que difícilmente olvidaré.

No creo poseer mucha experiencia en recitales, he ido a tres eventos que se podrían categorizar de grandes, a más de un par de tocatas locas y he escuchado a unas cuantas bandas por ahí, en lugares urbanos si se quiere, pero creo que el recital del sábado recién pasado fue un espectáculo notable, que no se da todos los años y que dan ganas de repetírselo hasta el cansancio. Sin exagerar, creo que ha sido el mejor recital al que he ido en la vida.

Muse me encanta, compré la entrada entusiasmado por ir a ver una banda que está buscando su mejor momento, porque extrañamente todavía no lo vive. Debo reconocer que su último disco Black Holes And Revelations no es su mejor trabajo, pero de todos modos es un disco que tiene temas memorables, como Map Of The Problematique, Invincible, Knights Of Cydonia, y uno de mis favoritos, City Of Delusion. Iba a divertirme y a corear muchos temas, anhelando secretamente escuchar Space Dementia, quizás el tema que más me vuelve loco de ellos. Lleno de esperanza llegué al Teatro Caupolicán con mis primos. Una vez dentro (un par de horas después), debo confesar que la ubicación no fue la mejor, ya que compré palco B, y quedé muy al costado, por lo que algunos amplificadores me quitaban parte de la visual, pero esto sirvió para ver qué lugar es el mejor para presenciar algún evento en el Caupolicán. ¿Mi respuesta? Platea baja. Estás casi donde mismo estaba yo, pero unos metros más arriba, justo para ver el escenario completo. Desde ahí nadie salta arriba tuyo y puedes tomar muy buenas fotos. La cancha también es un muy buen lugar, no es que tenga nada en contra de ella.

Así comenzó el show. Lleno de ganas de cantar recibí los temas, que uno a uno fueron:

1. New Born: ¡Qué manera más exquisita de empezar el show!
2. Dead Star: Era probable que tocaran este tema, por lo que le di una escuchada la noche anterior. Igual no me sirvió para corearla :(
3. Map of the Problematique: Buen tema, que ahora suena mejor :)
4. Supermassive Black Hole
5. Butterflies & Hurricanes: Temón. Nada más.
6. Citizen Erased: Una placentera (y casi orgásmica) vuelta a Origin of Symmetry, a mi gusto su mejor álbum. Como ya dije, faltó Space Dementia, acá presente :(
7. Feeling Good
8. Drum & Bass: Su jugueteo con los instrumentos.
9. Invincible: Un tema que suena cada vez mejor, parece un himno a la 'invencibilidad' (no imbecilidad).
10. Hysteria
11. Starlight: Quizás el tema más conocido de Muse. No mi favorito (pero no por eso malo).
12. Time Is Running Out
13. Stockholm Syndrome + Receso
14. Take a Bow: Un tema que no me convence mucho, pero que sonó muy bien.
15. Plug-in Baby: Qué manera de saltar con este tema ^^
16. Knights Of Cydonia: Cuando este tema empezó a sonar, todos sabíamos que se nos acababa el recital, así que lo gozamos aun más.

Lamentablemente encontré que el show estuvo muy corto, por lo bajo faltaron sus 4 temas. Yo (por tercera vez) deseaba escuchar Space Dementia con todo mi corazón, aparte que merecíamos escuchar temas del primer disco, como Sunburn y Showbiz, y faltó Apocalypse Please, el tema que se me ha pegado más recientemente. Pero la lista pudo haber crecido con muchos otros temas, un lujo que no muchas bandas se pueden dar.

En fin, la presentación fue impresionante, fue una hora y cuarenta minutos de excelente música y un bastante buen juego de luces para lo chico del lugar. Para la próxima vez todos nos merecemos un recinto más grande, como su Arena Santiago, por ejemplo. Gracias MUSE. Son parte de mi pentágono musical para siempre.

Gracias por leer, y ojalá que cagón escuche a Muse luego y que deje de perder el tiempo. Si decides hacerlo, un consejo: empieza por su disco Absolution.
Cuídense, chau!

viernes, 18 de julio de 2008

Edición Especial: Batman, el Caballero de la Noche.


Hola. Este post es básicamente una opinión sobre la nueva película de Batman: El Caballero de la Noche, desde mi particular punto de vista. Quien no haya visto la película y desee verla antes que alguien más le cuente otra cosa, por favor no lea más. Lo que sigue está lleno de spoilers. Quedan advertidos.

Yo no acostumbro a hacer esto, pero debo decir que esta película se merece una columna mía (wena po). Yo no soy fanático de estas películas sobre comics, porque en realidad nunca me han llamado la atención. Simplemente creo que las historias de tipo fantástico o como se les llame son inferiores a las historias de ficción pero, digámosle, humanas, es decir, que pueden ocurrir de a de veritas. Sin embargo, esta película me dejó muy satisfecho y valió cada uno de los $2900 que costó la entrada.

Todo se lo debo agradecer a mis primas, quienes me invitaron a su junta para ver al señ-- caballero de la noche. Esto hizo andar toda una maquinaria que había dejado tirada cuando Batman Inicia se estrenó en los cines. Todavía recuerdo cuando le dije a mi hermana que quería ir a verla, todo porque su nombre me tincaba exactamente lo que Cristopher Nolan (el director) quería lograr, una reinvención del hombre murciélago. Resulta que nunca la fui a ver, de hecho, la vi hace tres noches atrás. Y no me gustó mucho como creí que me gustaría. Vi en ella un superhéroe que no tenía nada claro, que se jactaba de tener más y que era como cualquier otro idiota recogido de algún lugar de clase social alta (con la parte de la cárcel vietnamita (si es que era de allá) se me vinieron a la mente muchas de las personas que se van a construir mediaguas de Un Techo Para Chile, que son jóvenes con mucha plata pero con problemas de culpa por lo que son y lo que tienen), en resumen, un hombre lleno de miedos que evadió muchas cosas por muchos años. Encontré que para ser quien era, ese hombre debía tener las cosas un poco más claras. Fue más que nada un ejercicio de ver nacer a Batman de nuevo, quizás demasiado largo y con un antagonista débil, una no muy buena técnica para esta fórmula.

Que me perdone el espantapájaros, su propósito era muy interesante ("Jonathan Crane [...] es un ex-psicólogo loco que usa una variedad de drogas y tácticas psicológicas para usar los miedos y fobias de sus adversarios. No comete sus crímenes para ser rico, sino que más bien como una forma de 'investigación' para el estudio futuro de los efectos del miedo en los humanos, haciendo a los inocentes ciudadanos de Ciudad Gótica sus ratones de laboratorio" Sin la Wikipedia no sería nada.) pero nunca vi una historia fuerte con respecto a él. En cuanto al personaje de Liam Neeson, me aburrió toda esa historia del monte y el maestro y Bruce incapaz de llevar a cabo un acto de justicia y la posterior quema del lugar y la máquina que se robaron y el metro y el edificio Wayne y bla bla bla... no.

Al parecer Nolan nos quiere dejar en claro en los primeros minutos de El Caballero de la Noche que no volverá a caer en lo mismo. En un santiamén vuelve a poner en la cárcel al espantapájaros y a un montón de otros malos para seguir con otros asuntos. En particular, enfrenta al Guasón. Acá Heath Ledger se manda una excelente actuación, donde nos muestra a un villano extremadamente humano (no de bueno, sino que no es tecnológico ni usa armas tremendas ni nada de eso) y con un solo obejtivo en mente: matar a Batman para que Ciudad Gótica vuelva a ser lo que era: una ciudad sin futuro debido a la calidad de ciudadanos que posee. Es notable ver al Guasón explicar varias veces cómo consiguió sus cicatrices, con lo que podemos ver que su historia pasada no es un tema importante, sino que es el futuro el que llama la atención del villano (ver a Ciudad Gótica arder). Me reí mucho cuando deja su tarjeta (la talla funciona en inglés (card= card), ya que es una carta) y cuando aplaude el nombramiento de Gordon como Comandante (creo que era ese cargo). Y me tuvo expectante toda la película. Descansa en paz, Heath Ledger.

Esta película me dio más de lo que efectivamente estaba esperando. Me pareció genial (en el sentido explícito de la palabra, o sea, un acto de genios) el experimento social que realizó el Guasón entre los dos barcos, uno que trasladaba prisioneros y otro que llevaba a gente de bien. Creí que el hombre de bien haría explotar el barco, en serio lo creí. También creí que Batman rescataría a Rachel Dawes (Maggie Gyllenhaaal, quien reemplazó a Katie Holmes, la nueva miembro de la cienciología), pero cuando apareció donde Harvey Dent (bien actuado por Aaron Eckhart, el dueño de la fábrica de dulce de membrillo) quedé anonadado. Más para dentro quedé cuando Dawes efectivamente se murió con la explosión y bueno, como no sabía que Harvey Dent era el nombre de Dos Caras, también fue una sopresa ver a ese personaje (eso sí, la cara le quedó para la historia, me estaba preguntando cómo sobreviviría mucho tiempo en ese estado). También fue una sorpresa ver la 'no muerte' del personaje de Gary Oldman y finalmente, con una sonrisa en la cara me dejó el final, donde James Gordon (Oldman) nos dice que Batman será perseguido porque es el superhéroe que Gótica se merece: uno que no sea considerado como un buscador de justicia, sino como un criminal vengativo.

De todos modos, y antes de darle el punch final al escrito, debo decir que en esta película estamos frente a una contradicción que es pasable debido a todo el carácter de la película (digo contradicción por el enfoque general del guión de mostrar una película más aterrizada): mientras vemos a villanos más humanos, vemos a un Batman cada vez más sofisticado y tecnológico, rayando en lo inverosímil. En Batman Inicia hubo demasiados segmentos donde Batman (Christian Bale) aparece en la 'oficina' de Lucius Fox (Morgan Freeman) para encontrar juguetitos con los que combatir el crimen que me parecieron mucho. Esto se vio menos en El Caballero de la Noche, pero había que hacerse cargo. Me cargó el Batimóvil también. Esto justificaría que en la vida es el mal el que gana, y el bien debe armarse hasta los dientes para poder por lo menos dar la pelea. Y por Dios, ¿cuál es el problema de Wayne cuando se pone el disfraz que tiene que hablar con esa voz tan gastada? podría trabajar un poco más en eso también.

Con todo lo anterior creo llegar a una conclusión más o menos clara: en realidad nunca me interesó Batman ni su historia, y en realidad creo que nunca me interesará, porque después de todo sabemos que siempre salvará el día. Además, todos tenemos problemas con los cuales lidiar, y los de Bruce Wayne no son más importantes que los de cualquiera de nosotros. Parece que lo que me gusta ver a mí es un guión dado vuelta, con dilemas morales, con buenos tornándose malos, con buenas actuaciones y personajes humanos y que al fin nos dé a entender que la línea entre el bien y el mal es muy pero muy delgada. Batman: El Caballero de la Noche logró esto de manera notable, y se merece un aplauso (el cual le di, junto con como dos tarados más (en una sala de cine donde habían como 100 personas)).

Si tuviera que ponerle nota a esta película, le pongo un 6,5. Estuvo muy cerca de ser un producto perfecto. Sería todo por hoy, ahora me despido por el momento. Cuídense y que les vaya bonito. Chau!

PD: ¿Quién quiere ir a ver Wall-E conmigo?

lunes, 7 de julio de 2008

El Sueño.

Hola. Espero que todos estén muy bien y con ganas de leer. Vengo saliendo de un muy entretenido fin de semana, donde olvidé todo lo que trabajé en la semana (que honestamente no fue demasiado, pero igual fue bastante y además no andaba con muchas ganas de hacerlo) y me entretuve mucho. Fui a ver Hancock con mi amigo del alma Simón, y estuvo bien entrete. Tenía una historia mamona un poco innecesaria, pero de que me entretuve, me entretuve. Luego fuimos a bolsear donde Momo (otro amigo del alma) hasta anoche. Aproveché de pasarlo bien para prepararme para esta semana, que también será pesada. No me traten de ubicar (así como lo hacen ahora (risas)) los días 8, 9, 10, y 11, ya que estaré estudiando y luego durmiendo.

Estos días a uno le sirven porque, sin exagerar, le dan ganas de vivir y motivación para realizar las tareas que se presenten. En esa tónica me presento hoy para hablarles de un sueño que tuve, que me dejó pensando bastante en mi vida, el fin de la misma y el futuro. [Hablando de la muerte, hoy es 7 de julio, un día donde se cumplen 6 años desde que mi papá falleció.] Como no hay que esperar el momento perfecto para hacer algo (porque dicho momento no existe) simplemente empecé a escribir y a esperar lo mejor. Allá voy.

Hace como tres meses atrás, cuando todavía tenía 21 años, tuve un sueño. Este sueño tenía como protagonistas a dos patos. Recuerdo que yo también estaba en el sueño, y me encontraba en un prado, supongo que en alguna parte del campo chileno. No recuerdo a nadie más, y que estábamos yo y los patos, interactuando. Luego, en extrañas circunstancias, los patos comienzan a luchar por su vida. No logro recordar bien si yo atenté contra ellos o algo les pasó. La cosa es que al final los dos patitos perdieron la vida. Me acuerdo de haber mirado sus cuerpos inertes (alguno probablemente ensangrentado) y haber sentido la situación, ya que en realidad no es un deseo personal ver a dos patos vivos y al rato muertos.

En fin. Despierto como en un día más, claro que en éste me decía "el sueño pa' extraño que me mandé...". Nada parecía cambiar mientras me vestía, pero resulta que en un momento determinado le di un par de vueltas al sueño y llegué a esto:

Patos... dos ---> par de patos ---> 22...
Muerte... PAR DE PATOS MUERTOS ---> catástrofe mental.

En el advenimiento de mi cumpleaños número 22, me quedé pensando un minuto acerca del sueño y me pregunté: "¿acaso moriré a los 22 años?", "¿moriré bajo extrañas circunstancias?", "¿me mataré o no me acordaré de cosas que haré pero que terminarán con mi vida?", etc. (de ahí vienen cosas con menos sentido aun que ya se escapan de algo relevante.) Siempre calmado le cuento esto a mi mamá, a quien realmente pareció no importarle en lo absoluto el hecho, ya que no le dio ni siquiera una vuelta y me dijo que comiera mi comida (por si se preguntan parece que era fin de semana, porque no recuerdo haber tenido universidad (media wea en todo caso) y me levanté directamente a comer, como ocurre varias veces.). Sin embargo esto levanta algunas preguntas para mi persona, después de todo se trata de mi vida, ¿no?

Si realmente prestamos atención al sueño como un mensaje, hay que considerar al mismo desde lo directo (relacionado con lo explícito del mensaje) para llegar a lo indirecto (el sueño como mensaje de algo más). Así comencé el análisis. Hablando estrictamente de la muerte, lo primero que hice fue un breve ejercicio de descarte, donde me doy cuenta que por ahora no atentaré contra mi vida de ninguna manera, así que la opción del suicidio está descartada, tal como dije, por ahora. Eso significa que si muero a los 22 años, no será porque yo lo quise. Luego me pongo a pensar en las formas en las que podría morir, y realmente por problemas de salud no lo creo... así que lo único que queda es en un accidente o que alguien deliberadamente atente contra mi vida, cosa no imposible pero sí bastante improbable.

Ahora, si vemos esto como algo más... relacionado a la vida, probablemente estamos en un escenario donde yo mismo me advierto sobre vivir y aprovechar lo que la vida me ofrece. Quizás la muerte del par de patos marca un punto de inflexión en mi vida, donde cosas cambian, uno cambia y realiza un ejercicio de aprendizaje (pucha que me gusta esa palabra) para ser una mejor persona. Sin ser sobrado, creo que este último tiempo he aprendido bastante sobre hartas cosas, y soy mejor que hace tres años, y mejor aun que hace 15.

Creo que las cosas van más por este último lado, porque he vivido ya más de un mes en este nuevo traje y debo decir que las cosas están casi igual. Podríamos destacar el hecho que me dio la peste cristal apenas cumplí años (en realidad, la peste se manifestó un día después, pero el virus estaba dentro de mí hace tiempo) como un intento despiadado de algún ente superior de atentar contra mi vida. Pero al final lo único que sufrí fue una picazón de los mil demonios y un par de noches con fiebre soportable. De todas formas, si sufrir pestes cristal (ahora en sentido figurado) todo el año es la forma de seguir con vida, tomo este camino sin dudarlo. Total, lo que no te mata te hace más fuerte.

De todos modos (y ya para ir cerrando), si llego a perder la vida a los 22 años, debo decir que me iré bastante tranquilo. Estaré muy insatisfecho por no lograr realizar muuuuuuuuchas cosas, como perder mi virginidad (¿mucho detalle? Lo siento. Igual es mía la imagen en juego...) y sacar mi carrera para lograr mantenerme por las mías por ejemplo. Sin embargo nunca me podré quejar de no sentirme querido y apreciado por mucha gente, respetado por otras y temido por algunas otras (Maquiavelo hoy sería una estrella). No puedo decir que viví una mala vida, porque tuve una muy buena infancia y me estaba creando una respetable vida adulta. Sería injusto partir justo ahora cuando me puedo valer de mí mismo más que nunca, tengo la cabeza llena de ideas y tengo muchas ganas de lograrlo todo y claro, puedo aprender y conocer millones de cosas nuevas, pero ¿quién dijo que todo esto es justo? Espero que mi familia y los que me quieren queden bien y no se preocupen, ya que si se da, yo no estaré preocupado. Porque como Epicuro preguntó a sus alumnos cuando hablaba de la muerte: "¿para qué sentir temor de algo que aparece cuando nosotros ya no estamos?"