domingo, 22 de abril de 2007

Tema sin nombre Nº1


Hola. Espero que estén bien.

Ando con un poco de miedo a escribir mucho, parece que de a poco me está llegando eso de que tengo que ser parsimonioso en el escribir, porque aparentemente el lector se agota. Y eso puede estar costándome un par de lectores (aunque creo que esto funciona con la persona accediendo al sitio y leyendo lo que haya, pero en fin. Uno debe ceder de repente).

El tema de esta oportunidad estaba escrito en sus bases hace bastante -para ser exactos, desde el 14 de marzo-, pero esperé un tiempo para que decantaran algunas cosas -claro que nunca tanta decantación, si me demoré más fue por otros motivos. Cabe mencionar que estaba escrito en otro formato muy distinto, pero me di cuenta que, a pesar que me gustaba, debía cambiarlo. Cabe destacar también la eterna indecisión a ser preciso con un nombre... pero en fin, sin más, allá voy.

El tema de esta oportunidad busca discutir la aparente igualdad de género que existe hoy. Dado el contexto pro-paridad que mucha gente avala, yo me pregunto si un grupo que busca la igualdad de esta manera, realmente terminará lográndolo de la mejor manera. Trataré de establecer ciertos puntos que hablan del tema, mi visión que postula que hay algo malo en la óptica en la que se mira todo esto, y cómo esto podría solucionarse.

No cabe duda alguna que la igualdad que anhelan - y por cierto merecen - las mujeres, se está alcanzando, pero creo que los costos de este logro están siendo mayores a los beneficios. No es que no debamos llegar a dicha igualdad, sino que los medios que nos llevan a la misma no son los adecuados. Espero explicarme a lo largo de los párrafos que continúan.

La vida hoy en día obliga a todo individuo que nace a ser parte de una carrera sin fin hacia el éxito material. Quien no lo logra es tratado generalmente como menos. La sociedad así se encarga de hacer que seamos individuos que racionalizamos la búsqueda de la felicidad, traducida entonces en éxito material, y que adaptamos - no cambiamos, pero moldeamos - nuestros gustos e intereses, para adaptarlos al sistema. Entonces, en pocas palabras, este sistema permite que cada uno corra por la vida en busca del éxito. Y así las cosas, los individuos no estiman conveniente detenerse para lograr un par de cosas, como establecerse, procrearse, o pasar un conjunto de buenos momentos - que podrían en sí mismos llegar a ser considerados como vida. En este sistema el hombre y la mujer son vistos como proveedores universales, condición que permite el descuido de muchas otras cosas que son clave.

Ahora, yo creo que este sistema no es tan malo - o mejor dicho, es lo menos malo. Pero sí hay un criterio equivocado de igualación. Creo que hombre y mujer juntos, pero por separado, podrían lograr mucho más, sin transar todo lo que se transa. Antes de entrar en lo primero, debo aclarar lo recién dicho. Cuando digo juntos, me refiero a un trabajo en conjunto en un mismo sistema: se igualan objetivos y el fin es uno; pero cuando digo separados, me refiero a la instancia cuando se reconocen las diferencias entre géneros, y se da el espacio a quien haya que dárselo para cumplir su rol sin dejar de lado todo lo que se deja hoy. Es decir, cuando los medios son distintos. Por si no ha quedado claro, más adelante volveremos a este punto.

Ahora trataré de explicar todo lo que dije, estableciendo para el final una gran pregunta: ¿esta supuesta emancipación emergente de la mujer es tal, o simplemente el sistema, machista de la raíz, está permitiendo que las mismas se sientan mejor con respecto a su situación, para mantenerlas a raya y evitar una verdadera igualación?

Desde el comienzo de los tiempos, el hombre ha tenido importancia en los asuntos públicos. Ya en Grecia, en la polis, eran sólo los hombres quienes podían ser políticos, es decir, participar en las decisiones de la ciudad-estado, para así lograr una mejor. No sé por qué, pero los hombres eran considerados superiores para este asunto, por lo que las mujeres se mantenían sólo en el ámbito privado. Ahí nació una denigración hacia la mujer, que ellas tampoco combatieron. Haciendo una analogía: no tuvimos a una Rosa Parks que se apareciera por ahí, sentándose en el bus de los blancos. En eso tienen la culpa las mujeres, pero no por eso no vamos a cambiar las cosas. Nosotros somos igualmente culpables al no hacer nada al respecto.

Grecia entonces, como gran antecedente para el establecimiento de la sociedad occidental, sentó estas bases no igualitarias desde un comienzo, y desde ahí trabaja la sociedad hoy, con este criterio. Es aquí, en este momento, cuando se produce el error. Si volvemos al presente sabiendo esto, nos damos cuenta que las bases están tan bien cimentadas, que todo lo que se haga para arriba, no afectará dicha base. Y creo que debemos mirar esta base y establecer la igualdad desde el comienzo, no basada en un sistema ampliamente machista. ¿Cómo se logra esto? Creo que cambiando la óptica como miramos esta relación, podríamos llegar más abajo en las bases, para cambiar sólo un poco, pero un cambio de fondo, que lleve a una base mayormente igualitaria.

Como ya dijimos, este ejercicio consiste en una suerte de vuelta atrás. No es un simplismo de mirar y ver que las cosas están mal, para luego decirlo y esperar que mejoren. Las críticas de este tipo me causan risa. Un ejemplo: el feminismo. Como yo lo veo, éste es un movimiento casi inútil de igualación de géneros. ¿Por qué? Me explico: el nacimiento del feminismo es como rebelión al sistema y su dominación ampliamente masculina. No me cabe más que pensar que un movimiento que nace pregonando en contra de lo establecido, es en sí mismo un movimiento no originario, o por lo menos, no parte de los pensamientos originarios de la estrutura social. Por extensión, algo que no pertenece desde un comienzo a alguna otra cosa deja entrever - obviamente - que ese algo apareció después. Si apareció después y busca reformar, sin atacar las bases, sino sólo estableciendo que el hombre como género, es culpable de la exclusión femenina, toma - haciendo una pésima analogía - el papel de parche. Todos sabemos que los parches nunca pasan a fusionarse con lo que cubren, quedando entonces para siempre en ese estado: siempre serán externos. En pocas palabras: un movimiento que culpa a otro de exclusión permanente no se está nivelando, sistemáticamente se está haciendo la víctima, disminuyéndose automáticamente y aislándose a sí mismo desde un comienzo de la tan anhelada discusión igualitaria. Con un escenario así, donde el que desea un cambio se hace la víctima, no debemos esperar mucho avance. Por tanto, el grupo que critica a quienes viven siguiendo el modelo, en vez de buscar un cambio en las bases, nunca podrá reclamar derechos ni aspirar al cambio.

Este punto - el de no buscar un cambio de fondo sino más bien esperar que las cosas cambien haciéndonos sentir culpables - es una causa de la siguiente consecuencia: las mujeres, como género, buscan una equivocada igualación frente al hombre, tratando de hacer lo mismo, e incluso tratando de superarlo. Es lícito actuar así, más en un sistema que lo premia, pero lamentablemente las condiciones no son las mismas. Al observar que la gran mayoría de las mujeres que trabajan en puestos similares con respecto a los hombres, ganan menos que los mismos, denota que algo no está bien:
Observar a una mujer surgir parece ver a alguien caminar sobre una bandeja de huevos: debe andar con mucho cuidado para ni siquiera trizar un huevo, porque si no aparecerá el hombre y la devolverá a su verdadero lugar, por atrevida. Este es un punto clave sobre el que debemos debatir antes de establecer una carrera que de partida es desigual.

Para igualar las condiciones, lo primero que debemos hacer es denotar que para trabajos similares, deben existir remuneraciones similares. Es el primer paso de la verdadera igualdad. Pero el segundo paso tiene que consistir de una constatación de que hombres y mujeres no somos iguales en lo que se refiere a naturaleza, por tanto, existen
espacios de acción de cada género que deben ser respetados. Este segundo paso es más bien el cerciorarse que debemos diferenciar los caminos, si se quiere, para llegar al mismo fin. No estoy hablando de que hayan ciertas actividades sólo para hombres - eso ya no corre -, sino que rayar la cancha, estableciendo que cada género puede dar sólo hasta cierto punto, sin forzar a la misma naturaleza de cada individuo.

Tenemos claro que una de las diferencias más notables entre hombres y mujeres es la capacidad de estas últimas de traer al mundo a nuestra descendencia. Sin embargo, erróneamente* se deja esto de lado, por el fin de ser eficiente en el trabajo - esto cuando hablamos de parejas que desean tener hijos, no de niños irresponsables, ellos no entran en mi escrito. Es por este fin que muchas mujeres no buscan tener hijos, cuando hacerlo es lo más natural de la vida. Cambiar esto puede ser lo más difícil, pero tratar de realizar políticas que protejan a la mujer que quiera tener un hijo, de manera que no pierda el trabajo, podrían ayudar mucho. Que siga percibiendo un porcentaje importante de su salario, si no el mismo, ayudaría bastante a que las mujeres sepan equilibrar tanto la vida laboral como su maternidad de una mejor manera. Nosotros tampoco podemos evadir responsabilidades paternales: si vamos a ser papás tenemos que asumir costos. Para mí es de perogrullo que el padre también es parte primordial en la crianza de un hijo. No funciona para mí un sistema que avala que cuando una mamá está por tener su hijo, renuncie, mientras el padre recibe toda la carga laboral, perdiendo la oportunidad de estar más con su hijo. Ahí tenemos entonces un ámbito donde podemos trabajar.

La paridad tampoco es forma de igualación correcta.
La presidenta no pudo hacer más que darme la razón cuando desechó la idea de la paridad en su gabinete - pido consideración una vez más, el tema estaba escrito en su parte medular antes de dicho cambio: es poco serio imponer un criterio de igualación de género, obligando a que el conjunto de la gente más apta para ocupar ciertos cargos esté conformado por un 50% de hombres y un 50% de mujeres. Si bien esta vez el nuevo Gabinete quedó con más hombres, esto es debido a que la política actual está conformada de más hombres, que ocurre que son los más aptos - dentro del obvio cuoteo que siempre existe. El día que hayan más mujeres que hombres en el Gabinete, seré el primero en no quejarme.

Entonces y finalizando, deseo establecer que este criterio no puede ser el correcto y el que dirija nuestras vidas.
La paridad y la igualación no son buenos puntos de comparación. Es factible comparar cosas desde sus diferencias, por lo que yo invito a todos a hacerlo. Es muy valorable la diversidad, y más lo es el respeto a la misma.

Una cosa antes de terminar, poniéndome más irracional: ¿hasta cuándo la mujer se deja denigrar? Encuentro insolente y francamente estúpido que exista una miss reef, por ejemplo. Desde el punto de vista de la meritocracia y desde el de la defensa de las mujeres, ese acto es erróneo.
Meritocracia:
¿Cómo alguien con un buen culo va a ser admirada más allá de un límite racional? ¿Cómo eso te da plata? Hay gente que se saca la mierda estudiando para ganar plata. Tú te das dos vueltas ¿y ganas lo mismo?
Mujeres: ¿Cómo te prestas para eso? ¿No tienes dignidad? ¿Quieres que te recuerden por tener un buen trasero y que todos te quieran puro llevar a la cama?

Creo que todo este criterio también está unido a esta disminución de la imagen de la mujer, que sale en comerciales en ropa interior, mientras-- desafío a alguien para que me encuentre un hombre en calzoncillos, a menos que sea un gordo repugnante [eso también da para otro tema: ¿dónde están los gorditos (as) en la televisión?] y descuidado. Si lo vemos desde un punto de vista distinto, puede que sea muy inteligente la mujer al hacer esto, ya que en el sistema liderado por hombres, nos tienen babeando - esto de integrarse a las generalizaciones no es muy bueno de repente - y nos sacan plata como quieren - media novedad. Pero si queremos lograr un sistema como el que pregono, eso debe detenerse.

No creo que eso ocurra muy luego en todo caso, pero me gustaría que alguna vez alguien piense como yo. Y no hablo de las mujeres.

Creo que terminó el tema, un mes y medio después que lo pensé. ¿Fue necesario este período de demora? Diría que sí, porque bastante fue añadido hace poco. En fin, aquí está, ahora deja de ser mío y es de ustedes. Espero realmente que haya una especie de afterthought - que queden pensando en que algo se puede hacer -, porque yo creo que las cosas no están bien como están.
Cuídense y que les vaya lindo.
Chau.

*Digo que es erróneo que cierta gente no tenga hijos porque estamos siendo testigos de estudios que nos dicen que para el 2020 tendremos más viejos que niños, y también porque me doy cuenta que quienes se procrean en mayor cantidad son quienes no pueden mantener familias, perpetuando - o por lo bajo, manteniendo - el círculo de la pobreza [aunque esto da para otro tema]; mientras quienes tienen vidas exitosas, dejan de lado prolongar su paso por este mundo.

PD: Los comentarios como "arriba las mujeres!" o "así me gusta, que nos defienda!" se los guardan por favor. No busco hacer ideología, ni menos (eso sí que no, por Dios no) ser contrario al feminismo. Como no se nivelan conmigo, yo no me nivelo con ellos, no es el ideal bajar el nivel de la discusión. He dicho.

PD2: Perdón por el desorden. Me falta mucho por aprender parece.

PD3: Lo bueno es que dije que escribiría poco...

domingo, 15 de abril de 2007

Keane


Hola a todos. Estableciendo inmediatamente a este post como uno de "relleno", para dar señales de vida en este apagado - por fuera - blog, quería hablar un momento de Keane, una banda que significa mucho para mí.

Recuerdo mi último año de colegio, con mi walkman casi recién comprado (no tenía más de 3 meses creo), cuando, me parece que en la radio, escucho de una banda inglesa llamada Keane. Siempre con problemas, los de la radio decían cosas como (pronunciados tal cual): "queane", "quín", "quéin", "quine" y cosas así. Eso no significó que tuviera mayores problemas para conocer su nombre y luego ripear Hopes And Fears de una copia que a su vez, mi hermano ripeó de un amigo suyo.
Una vez comencé a integrarlo a mi, en ese entonces poca, música, me di cuenta que era un disco bastante bueno, bien escrito, muy bien compuesto y bastante sensible. Aprovechándose del momento más emocional e idealista que he tenido (y tendré, probablemente) en toda mi vida, este disco penetró en mi sistema como ninguno. De a poco llegó a ser mi único acompañante en los momentos de soledad (que eran bastantes, no por eso tristes), sonando una y otra vez, de comienzo a fin, sin saltarse ningún tema. Melodías up-tempo con letras contemplativas realmente funcionaron como reloj suizo en mí, cada vez que los escuchaba me gustaban más. Llegaron a ser mi regalo favorito para darle a esa persona especial, que nunca hice; a ser inspiración para un par de cositas, e incluso hasta me sé el nombre de un par de sus integrantes (siendo francos, me sé muy pocos de los nombres de los vocalistas de las bandas que me gustan, al igual que el estilo al que pertenecen: sólo me limito a disfrutar de la música, la cual si me gusta, basta), lo que para mí denota muuuuuucho interés. Realmente soy un agradecido de tener este disco y darle todas las vueltas que desee. Cinco estrellas de un total de cinco, se las merecen.

El año pasado salió el nuevo álbum, Under The Iron Sea, que es un álbum casi tan bueno como el anterior. Empieza muy fuerte con Atlantic, fácilmente uno de los mejores temas del trabajo, estableciendo inmediatamente que Keane no está cambiando mucho su estilo, pero que triunfa en el mismo de una manera sobresaliente. Al igual que el anterior, es un disco que mejora con cada oportunidad. Debo confesar que no me gustó mucho en un comienzo, y esto puede deberse a que viví tantas cosas con el anterior, que fui injusto con el nuevo trabajo, ya que no se agarraba a nada en mí (todavía no lo hace mucho), pero no por eso es un mal disco. De ninguna manera. Cuatro estrellas y media de cinco.

El día de hoy tenemos la suerte de tenerlos acá, en nuestro país. Lamentablemente, quizás por ignorancia, Keane aceptó el, como ellos lo llaman, gig (el pololo, la peguita), en el Vive Latino, un festival que convoca lo mejor de la música latinoamericana en una fiesta de casi doce horas, con tres escenarios simultáneos. Me parece una linda fiesta y todo lo que se quiera, pero yo creo que Keane no pertenece a festivales tan masivos como éste. De partida, estamos hablando de una banda que no es latinoamericana; en segundo lugar, no es tan masiva; en tercer lugar, no comparte casi nada con muchos de los grupos presentes en el festival: esta es una banda muy personal, por tanto es de pocas personas, involucra un ambiente relajado, una puesta en escena delicada, con bastantes elementos gráficos (como lo refleja el trabajo del último disco), y si se quiere inofensiva en cuanto a intenciones se refiere, ya que no hace mucho más que cantar sobre cómo es uno, por qué cambiamos y hacia dónde vamos (haciendo una analogía con el peso actual de la filosofía, disciplina fútil en cuanto a intenciones inmediatas).

Si me preguntan a mí, de ninguna manera podemos juntar a Rata Blanca con Keane, por ejemplo. Pueden perfectamente gustarme los dos, no es ese el asunto, sino que al hacer una convocatoria, cualquiera que sea, siempre esperamos reunir a gente más o menos similar.
Es por esto que nunca me interesó ir a verlos, con el doloroso costo, en sí mismo, de no ir a verlos. Pero nada me entristece, ya que soy un hombre paciente: creo que Keane volverá en un par de años, regalándonos a nosotros, aquellos que sabemos esperar, un espectáculo íntimo, largo y muy muy especial, que quedará tan grabado en mi memoria como muchos días de 2004.

Gracias por leer, espero lanzar el famoso tema pronto, pero se vienen dos semanas pesadas, así que traten de no enojarse. Es por esto que les dejé este regalito, que espero disfruten. Nos veremos pronto. Chau.

PD: Saludos a las chicas Keane: mi prima Maca y la Pazita. Visiten su (su cierto?) fotolog: www.fotolog.com/keane_roxley/