
Hola a todos, aprovechando una vez más la contingencia y mientras estoy sentado viendo los canales chilenos que transmiten la última jornada de Juegos Olímpicos, hablaré en este nuevo tema sobre estos juegos, celebrados en la (curiosamente) renombrada ciudad de Pekín, Beijing 2008.
Debo decir que antes que empezaran los juegos no estaba muy entusiasmado por seguirlos, principalmente porque sabía que Chile no lograría mucho. Sin embargo, a medida que pasaban los días, iba prestando atención a varias competencias, y más allá de lo que hiciera Chile, pensé en el espíritu deportivo y que estamos en presencia de espectáculos donde están los mejores del mundo en sus disciplinas. Además, igual es entrete quedarse viendo la tele por la noche, sobre todo para una persona que cree que un canal nacional que transmite las 24 horas no se va a desintegrar.
La ceremonia inaugural estuvo bastante buena, puse el despertador para verla pero al final me quedé dormido con la tele prendida. Eso sí, lo que no me perdí fue el momento cuando encendieron la antorcha, que estuvo de pelos. El atleta vendía la merluza como si estuviera corriendo de verdad. Y quise creerle. Ese fue el momento donde apareció la pantalla azul de la muerte, pero no la vi, sólo la vi en una foto días después. En general hay que decir que China hizo un muy buen trabajo, y en un momento clave para posicionarse como una de las potencias mundiales, de cara a la disminución de poder que está sufriendo Estados Unidos.
Debo decir que antes que empezaran los juegos no estaba muy entusiasmado por seguirlos, principalmente porque sabía que Chile no lograría mucho. Sin embargo, a medida que pasaban los días, iba prestando atención a varias competencias, y más allá de lo que hiciera Chile, pensé en el espíritu deportivo y que estamos en presencia de espectáculos donde están los mejores del mundo en sus disciplinas. Además, igual es entrete quedarse viendo la tele por la noche, sobre todo para una persona que cree que un canal nacional que transmite las 24 horas no se va a desintegrar.
La ceremonia inaugural estuvo bastante buena, puse el despertador para verla pero al final me quedé dormido con la tele prendida. Eso sí, lo que no me perdí fue el momento cuando encendieron la antorcha, que estuvo de pelos. El atleta vendía la merluza como si estuviera corriendo de verdad. Y quise creerle. Ese fue el momento donde apareció la pantalla azul de la muerte, pero no la vi, sólo la vi en una foto días después. En general hay que decir que China hizo un muy buen trabajo, y en un momento clave para posicionarse como una de las potencias mundiales, de cara a la disminución de poder que está sufriendo Estados Unidos.
Podemos ver entonces que estos juegos olímpicos sacan a la luz algunas cosas: que la lucha por el poder es grande y traspasa el espectáculo deportivo. Todo el mundo hablaba
del hecho que Estados Unidos perdió la hegemonía en el deporte al sacar menos medallas que los chinos, algo que en realidad no sé si es tan importante. Por su propia parte, los chinos se están acostumbrando a sacrificar muchas cosas para conseguir éxito material: están occidentalizando la búsqueda del crecimiento económico sin abrir su sociedad, lo que permite que ocurran abusos a las partes más bajas, como hacer que millones de obreros (de todos modos, hablar de millones es poco para un país que tiene más de mil millones de habitantes) cumplan extenuantes jornadas de trabajo.
La misma organización, la presión puesta a sus deportistas para sacar oros (algo que se puede ver en el reclamo para verificar la edad de las gimnastas chinas ganadoras del oro) y la discutible contradicción que se produce al permitir una apertura de prensa total a los extranjeros, mientras que se tapan muchos hechos locales (como los problemas con el Tíbet), hacen que uno se pregunte por lo que dejamos de lado para obtener un lugar entre las potencias. La foto de la derecha, si bien es una parodia, no es lejana de lo que podría reprochársele al país anfitrión, por lo que me parece adecuado mostrarla (además que me cagué de la risa cuando la vi).
Ahora, a un nivel más local, estos juegos nos brindan otra prueba que nuestro país está lejos del desarrollo, ya que sólo se obtuvo una medalla, y no fue precisamente gracias a un trabajo a nivel país, sino que más bien a nivel personal, de Fernando 'mano de piedra' González. Hay que agradecer que Fernando sienta una pasión tan grande por su país y se haya jugado el cuero para ganar una medalla que solamente es fruto del profesionalismo que le da pertenecer al circuito de la ATP.
Ahora bien, tampoco puedo ser tan descriteriado con las falencias del sistema actual, ya que el plan ADO es una búsqueda para mejorar nuestras paupérrimas presentaciones en estas justas que ha aparecido hace muy poco como para que rinda resultados en estos juegos. Sin embargo, se puede reclamar una demora excesiva en la implementación de este plan, y además decir que el plan tampoco constituye una panacea deportiva, ya que en realidad faltan políticas a nivel estatal que fomenten la práctica del deporte a un nivel más general. El plan ADO ayuda a quienes ya están dentro, y es llevado bastante también gracias a los privados. Lo que falta es en el ámbito público y consiste en una motivación a los ciudadanos no sólo a descrestarse buscando ser gerentes, abogados o psicólogos, sino que también buscar fomentar carreras deportivas en centros de alto rendimiento, para que el deporte deje de ser amateur, como lo es hoy en día. La sociedad no sólo crece con científicos y economistas, sino que también con deportistas (y por extensión, artistas).
Al terminar estos juegos tampoco quedo tan ansioso con la junta de Londres el año 2012 (como quedo por ejemplo después de los mundiales de fútbol), pero de todos modos querré sentarme a observar cómo está el deporte chileno y ver lo precioso que es el deporte en general en cuatro años más, aunque sea un ratito.
Al finalizar, agradezco también el esfuerzo de los tres canales chilenos en traernos los juegos (¿qué le pasó a Mega, que de un día para otro dejó de seguir los juegos en la noche?), pero yo me pregunto, ¿qué mierda importa que el atleta x o el deportista y haya venido a Chile? Nuestro país es anfirtrión de ciertos campeonatos pequeños, algunos clasifatorios, lo que hace OBVIO que varios de los atletas o deportistas vengan a Chile, pero no es porque amen nuestro país o respeten a nuestra gente, así que no entiendo que los comentaristas hagan tanta referencia a ese hecho. Paremos de mirarnos el ombligo un momento, por favor.
Uf, tanto hablar de China me hizo pensar en su comida (claramente no en alacranes ni saltamontes), me dieron ganas de comer wan-tan y arrollados de primavera... en fin. Me voy, cuídense y que les vaya bonito. Chau!
La misma organización, la presión puesta a sus deportistas para sacar oros (algo que se puede ver en el reclamo para verificar la edad de las gimnastas chinas ganadoras del oro) y la discutible contradicción que se produce al permitir una apertura de prensa total a los extranjeros, mientras que se tapan muchos hechos locales (como los problemas con el Tíbet), hacen que uno se pregunte por lo que dejamos de lado para obtener un lugar entre las potencias. La foto de la derecha, si bien es una parodia, no es lejana de lo que podría reprochársele al país anfitrión, por lo que me parece adecuado mostrarla (además que me cagué de la risa cuando la vi).
Ahora, a un nivel más local, estos juegos nos brindan otra prueba que nuestro país está lejos del desarrollo, ya que sólo se obtuvo una medalla, y no fue precisamente gracias a un trabajo a nivel país, sino que más bien a nivel personal, de Fernando 'mano de piedra' González. Hay que agradecer que Fernando sienta una pasión tan grande por su país y se haya jugado el cuero para ganar una medalla que solamente es fruto del profesionalismo que le da pertenecer al circuito de la ATP.
Ahora bien, tampoco puedo ser tan descriteriado con las falencias del sistema actual, ya que el plan ADO es una búsqueda para mejorar nuestras paupérrimas presentaciones en estas justas que ha aparecido hace muy poco como para que rinda resultados en estos juegos. Sin embargo, se puede reclamar una demora excesiva en la implementación de este plan, y además decir que el plan tampoco constituye una panacea deportiva, ya que en realidad faltan políticas a nivel estatal que fomenten la práctica del deporte a un nivel más general. El plan ADO ayuda a quienes ya están dentro, y es llevado bastante también gracias a los privados. Lo que falta es en el ámbito público y consiste en una motivación a los ciudadanos no sólo a descrestarse buscando ser gerentes, abogados o psicólogos, sino que también buscar fomentar carreras deportivas en centros de alto rendimiento, para que el deporte deje de ser amateur, como lo es hoy en día. La sociedad no sólo crece con científicos y economistas, sino que también con deportistas (y por extensión, artistas).
Al terminar estos juegos tampoco quedo tan ansioso con la junta de Londres el año 2012 (como quedo por ejemplo después de los mundiales de fútbol), pero de todos modos querré sentarme a observar cómo está el deporte chileno y ver lo precioso que es el deporte en general en cuatro años más, aunque sea un ratito.
Al finalizar, agradezco también el esfuerzo de los tres canales chilenos en traernos los juegos (¿qué le pasó a Mega, que de un día para otro dejó de seguir los juegos en la noche?), pero yo me pregunto, ¿qué mierda importa que el atleta x o el deportista y haya venido a Chile? Nuestro país es anfirtrión de ciertos campeonatos pequeños, algunos clasifatorios, lo que hace OBVIO que varios de los atletas o deportistas vengan a Chile, pero no es porque amen nuestro país o respeten a nuestra gente, así que no entiendo que los comentaristas hagan tanta referencia a ese hecho. Paremos de mirarnos el ombligo un momento, por favor.
Uf, tanto hablar de China me hizo pensar en su comida (claramente no en alacranes ni saltamontes), me dieron ganas de comer wan-tan y arrollados de primavera... en fin. Me voy, cuídense y que les vaya bonito. Chau!