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"¡Ni te explico el carrete que tendremos después de esto!" -- Iker Casillas, supuestamente. |
Esta parte fue una de las primeras que se me ocurrió escribir, debido a que aparece muy seguido cuando uno se sienta a ver un partido. Cuando veo a un equipo como Inglaterra jugar en el mundial, no hay mucho que esperar. A pesar de brindarnos entretenimiento de vez en cuando, el precedente es bastante claro. Sin embargo, este país fue campeón mundial en 1966. De forma dudosa, sí, y en casa, seguro, pero campeón de todas maneras. Los anales (epa) de la historia colocan a Inglaterra en un grupo junto a Brasil y Alemania (verdaderos campeones de tomo y lomo) se diga lo que se diga. Pero, ¿pasa este campeonato la prueba del tiempo? ¿Tiene este triunfo la misma ponderación que, digamos, el triunfo de Argentina en 1986, o el de Francia* en 1998? Lo mismo podría decirse del Uruguay campeón en 1930 y 1950. Este equipo no ha logrado mucha más notoriedad en campeonatos actuales (más allá de esto). ¿Podemos decir que los charrúas están en el mismo grupo que Italia?
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"¡Campeón, papá! ¿Dónde están las mujeres?" -- Geoff Hurst, definitivamente. |
En segundo lugar, está el número de países participantes a lo largo del tiempo. Las copas de 1930 y 1950 tuvieron 13 participantes debido a selecciones que se bajaban a última hora, mientras que la de 1938 tuvo 15, por el "retiro" de Austria (que fue anexada por la Alemania Nazi a través del Anschluss (cosa que yo claramente sabía antes de escribir esto)). Cabe recordar que en 1942 y 1946 no hubo torneo por un pequeño evento denominado la Segunda Guerra Mundial. Luego que las cosas se estabilizaron un poco más, los torneos entre 1954 y 1974 tuvieron 16 participantes, al igual que el torneo de 1934, cuando al parecer las cosas salieron excepcionalmente bien. En 1982, las selecciones aumentaron a 24, cambio que duró hasta la copa celebrada en Estados Unidos en 1994. En Francia 1998 se implementó el cambio que se ha mantenido hasta hoy, con 32 selecciones clasificadas a la fase final.
Con menos rivales, lógicamente, hay mayores probabilidades de ganar el torneo. Esto no es malo en sí mismo, pero lo que es dudoso es cuando la comparabilidad se mantiene igual entre un torneo con 24 ó 32 países contra uno de 16, 15 y 13. Entiendo que exista el sentimiento de mantener una uniformidad en el campeonato, pero las modificaciones estructurales hacen cuestionar el peso de antiguos campeones con respecto a campeones actuales. Esto es un poco injusto para los nuevos campeones, que son comparados con equipos que la tuvieron mucho más fácil. Para intentar demostrar este punto, pongamos un ejemplo y viajemos a través del tiempo y el espacio. Si decimos que todos los campeonatos son iguales y todas las estrellas valen lo mismo, me imagino entonces que si pudiéramos hacer jugar a los planteles ganadores de Uruguay 1930 y Brasil 2014, la final sería muy difícil de predecir. ¿Creen ustedes en esa afirmación? Lo imaginé.
El siguiente punto se relaciona con la cantidad de equipos interesados en disputar el torneo a medida que avanza el tiempo. Sea por razones varias (desinformación, baja capacidad de organización, situación política, desinterés), las primeras copas del mundo prácticamente no celebraban torneos clasificatorios, y básicamente las mismas selecciones se turnaban para llegar a las instancias finales del campeonato. Uruguay e Italia dominaron las primeras cinco copas del mundo, sin demasiada competencia. Con una cantidad mayor de equipos perfectamente capaces de clasificar a una copa del mundo y hacerle partido a los grandes, sumado a un aumento de los cupos, la probabilidad de ganar una copa del mundo hoy en día, manteniendo todo lo demás constante, es aún más baja que en las ediciones inaugurales.
Año
|
Equipos Clasificados
|
Equipos Contendores
|
%
|
1930
|
13
|
13
|
100
|
1934
|
16
|
32
|
50
|
1938
|
15
|
37
|
40.5
|
1950
|
13
|
34
|
38.2
|
1954
|
16
|
45
|
35.6
|
1958
|
16
|
55
|
29.1
|
1962
|
16
|
56
|
28.6
|
1966
|
16
|
74
|
21.6
|
1970
|
16
|
75
|
21.3
|
1974
|
16
|
99
|
16.2
|
1978
|
16
|
106
|
15.1
|
1982
|
24
|
109
|
22
|
1986
|
24
|
121
|
19.8
|
1990
|
24
|
116
|
20.7
|
1994
|
24
|
141
|
17
|
1998
|
32
|
174
|
18.4
|
2002
|
32
|
199
|
16.1
|
2006
|
32
|
198
|
16.2
|
2010
|
32
|
204
|
15.7
|
2014
|
32
|
204
|
15.7
|
Otro punto que hay que mencionar es que en las primeras cinco ediciones, exceptuando quizá la de 1930, otros factores contextuales tuvieron una importancia mayor que la de realizar una verdadera fiesta del fútbol. Con esto me refiero principalmente a la existencia de un constante y tenso ambiente de guerra que permeaba el torneo. Por ejemplo, en los primeros años de la copa, Italia deseaba promover el fascismo, y ser el anfitrión en 1934 resultó ser más una plataforma para eso más que un intento de celebrar una competencia deportiva. Aun más, nadie podría efectivamente negar que pudieron haber habido presiones de parte de Benito Mussolini para que Italia fuese campeón ese año, cosa que efectivamente sucedió. Ahora, si bien yo tampoco voy a negar que hasta el día de hoy la celebración de un mundial de fútbol es también una oportunidad para obtener poder blando, la situación no es tan terrible como lo fue hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial (si quiere leer una historia interesante, busque a Matthias Sindelar en Google, o lea esto). Todo esto también tiene que importar.
Un último aspecto (aunque ya más simbólico) para considerar es que alrededor del mismo tiempo que la copa decidió invitar a más selecciones, el trofeo se cambió de la Copa Jules Rimet a la Copa Mundial (para una entretenida recopilación de la historia de los primeros mundiales y lo que pasó con la Jules Rimet, narrado por Edward Norton, vea esto). Aunque más simbólico, esto también marca un antes y un después que deja atrás un torneo con menores niveles de organización, menos compromiso por parte de las selecciones y menor seguimiento popular. La nueva copa fue la oportunidad para convertir todo el asunto en un negocio y ya no solamente en una reunión para demostrar supremacía de una forma distinta a pelear una guerra. La televisión ya estaba prácticamente establecida en todo Occidente, y la simpleza del fútbol (en tanto a reglamento como acceso) influyó para que se convirtiera en el deporte más popular del mundo. Ese cambio de paradigma también significa algo.
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El símbolo de la antigua Copa del Mundo, la Copa Jules Rimet. |
Dado que estos momentos definitorios ocurrieron en tiempos distintos, hay que decidir un momento donde cortar. Si yo tuviera que tirar esa línea (una línea parece suficiente), el primer campeonato de esta nueva etapa sería el de México en 1970. A pesar que la década de 1950 marca un antes y un después con los primeros campeonatos pre-Guerra, los cinco campeonatos en esos 20 años son de transición hacia una nueva forma de ver el mundo, uno que permaneció relativamente en calma (excepto por la amenaza nuclear entre las dos potencias más grandes del mundo. Un pelo de la cola) y recién preparado para otro tipo de invasión: la de los medios de comunicación. Y, sí, es cierto, también pongo la línea ahí para restarle validez al campeonato ganado por Inglaterra en 1966. Para qué nos vamos a pisar la capa entre superhéroes.
Nos vemos en la (ahora sí) última parte. Siete es un buen número para finalizar.
* Tuve que mover esto para acá para no hacer tanto desorden. Francia '98 lo recuerdo con cariño. Aparte de que predije que ganaría Francia (la prueba está en el cuaderno de un antiguo compañero de básica), fue un buen mundial para Chile. Pero más allá de eso, es el mundial con, para mi gusto, uno de los mejores logos, mascotas, presentaciones (aunque la de Estados Unidos me trae tantos recuerdos), y hasta juegos de video. ¡Nostalgia!
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